Por un momento, el cielo se quedó sin luna
Y varios seres embelesados contemplábamos la magnificencia
de aquel tan hermoso acto
por un momento, tal como mi cielo se quedó sin luna
mis sentidos se quedaron sin razón
y mis auque mis ojos estaban fijos en el astro que se ocultaba
mi mente se hallaba ocupada y aturdida
por el recuerdo de esas manos rozando mi cuerpo
pretendiendo poseerlo.
Por un momento, el manto negro que sigiloso cuidaba mis pasos
Enmarcaba la escena de mis labios ansiosos por sentirte una vez más
y aquel astro, que pareciendo temer se ocultaba entre las sombras
me decia con tenues susurros,
que estamos viendo hacia el mismo cielo,
e incluso, quizás pensando lo mismo
en las estrépitas ansias
de convertir nuestros cuerpos en un montón de deseos
1 comentario:
Felicidades pequeña, porque abrirse es permitirse dejar que los demás miren lo que ellos tambièn tienen pero no saben o no quieren expresar... te mando un beso grande y un abrazo en complicidad bloggera.
Publicar un comentario